Consomé Olga, pichón al horno, paté de foie o tarta Waldorf son algunos de los diez suculentos platos que se podrán degustar en el Hotel Palace de Madrid, a imagen y semejanza de los que se sirvieron en la última cena del Titanic.
Este menú degustación, que podrá disfrutarse entre el 1 y el 19 de abril por 50 euros, completa la recreación del barco que puede verse desde noviembre en la exposición "Titanic. Objetos reales, historias reales", que muestra de más de 230 objetos rescatados del fondo del mar, además de la reconstrucción de camarotes y otros espacios del barco.
La idea, según ha contado la directora de Alimentos y Bebidas del Hotel Westing Palace, Pilar Menchen, surge a partir de que se encuentran algunos de los archivos del buque, entre los que figuraba el menú degustación que el chef Augusto Escoffier diseñó para la última cena en el restaurante de primera clase del buque.
La receta "más fidedigna"
Menchen ha relatado que el actual chef del hotel ha llevado a cabo una exhaustiva labor de investigación para averiguar la receta "más fidedigna posible" de los 10 platos del menú de Escoffier, de los que dejó constancia, en francés, entre los papeles encontrados.
Estas recetas son "aparentemente sencillas", ha señalado Menchen, pero se trata de un menú "muy completo y elaborado", compuesto por los mejores manjares que existían hace 100 años, como ostras, caviar o pollo.
Un alimento hoy en día tan común y popular como el pollo, no lo era tanto a principios de siglo, cuando se entendía como un artículo de lujo sólo al alcance de los que se podían permitir viajar en primera clase.
La elección del Hotel Westing Palace como escenario de honor de esta original iniciativa, desarrollada entre este hotel y la Exposición Titanic, responde a "los enormes paralelismos" que se encontraron entre el restaurante del Palace y el del buque.
Esta semejanza en la decoración majestuosa puede atribuirse a que el Hotel Palace de Madrid se inauguró en 1912, el mismo año en el que zarpó el barco más célebre de la historia.
Fuente: ecodiario.eleconomista.es
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